
Residuos industriales y residuos sanitarios
Residuos industriales y residuos sanitarios
Los residuos sanitarios son los residuos generados en la actividad de centros hospitalarios, clínicas, ambulatorios, centros de investigación biológica y laboratorios farmacéuticos.
Se pueden clasificar en:
– Residuos asimilables a urbanos: producidos en los servicios de hospitales que no realizan tareas sanitarias propiamente dichas como oficinas, cafeterías, jardines.
– Residuos sanitarios sin peligrosidad: son los que no implican riesgo de contaminación biológica como yesos, sondas.
– Residuos infecciosos y peligrosos: son bien los que contienen agentes infecciosos y, por tanto, con capacidad potencial de contagio y toxicidad (antes de ser recogidos por los servicios municipales es obligatorio someterlos a desinfección o esterilización) como materiales con restos de sangre de una
persona o animal de experimentación infectado (jeringuillas, agujas, vendas, vacunas), cadáveres, restos humanos y de animales de experimentación…,
o bien, los residuos que contienen sustancias químicas con capacidad de contaminación ambiental o humana como restos químicos y farmacéuticos, son residuos tóxicos y peligrosos, por lo que es necesario aplicar tratamientos para disminuir su peligrosidad.
Los residuos industriales (química, papelera, siderurgia, textil) entendemos los subproductos de la industria que se producen en los distintos procesos de fabricación y que, al no tener valor económico, o ser su rentabilidad muy baja, se desechan. Pueden ser de tantos tipos como actividades industriales hay.
De acuerdo a sus características se les puede agrupar en inertes y residuos tóxicos y peligrosos (RTP).
Los inertes no tienen actividad físico-química o biológica, son escombros, escorias, chatarra, cenizas.
Los RTP son peligrosos para la salud y generalmente muy contaminantes de los ecosistemas como metales pesados, ácidos fuertes, sustancias cancerígenas, inflamables o explosivas, y deben sufrir un tratamiento anterior al vertido para intentar reducir o eliminar su toxicidad.